ESTUDIO BIBLICO La Victoria Sobre La Tentación

Tomado de El Maestro. Edi. Vida.


Título: La Victoria Sobre La Tentación
Trasfondo Bíblico: 1 Corintios 9:24-10:13
Verdad Central: Se puede vencer la tentación con la fe y la obediencia.
Texto Áureo: No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar (1 Corintios 10:13).
Objetivos
1. Saber lo que Dios espera de los creyentes cuando se enfrentan a la tentación.
2. Depender de la ayuda de Dios cuando uno es tentado a pecar.
Bosquejo General
I. Se necesita la autodisciplina
A. Correr para triunfar
B. Mantenga el control

II. Aprenda del pasado
A. Un pueblo privilegiado
B. El abuso de la libertad

III. La provisión para la victoria
A. Una advertencia
B. La fidelidad de Dios

Introducción
La tentación es un hecho de la vida. Ningún cristiano debe jamás pensar que ha avanzado tanto espiritualmente que ya nunca más será tentado. Una actitud así hace al individuo vulnerable a los ataques de Satanás. Cuando Dios permite que seamos tentados no es que trate de destruirnos. Él permite la tentación para que podamos madurar espiritualmente. Las tentaciones son las pruebas de la profundidad de nuestra dedicación a Cristo. De manera que no es pecado ser tentado. El pecado es entregarse al tentador. Nunca debemos suponer que la entrega sea inevitable. Junto con la prueba Dios siempre provee un medio para la victoria. Después de vencer la tentación hay más fuerza para resistir la prueba siguiente. En la Biblia Dios nos advierte mostrándonos las faltas de los que cayeron en tentaciones. También ha documentado las victorias de sus hijos que se enfrentaron a la tentación y vencieron.
Comentario Bíblico
I. Se necesita la autodisciplina (1 Corintios 9:24-27)
A. Correr para triunfar
Pregunta: ¿Qué semejanzas ven entre la disciplina del atleta y la espiritual?
La ciudad de Corinto con todos sus excesos pecaminosos era también una ciudad deportiva. Tenía un estadio grande donde se llevaban a cabo los Juegos ístmicos cada dos años. Pablo encontró una ilustración apropiada de la autodisciplina necesaria en la vida cristiana en el entrenamiento para esas competencias atléticas.
Son muchos los corredores que participan en una carrera, pero al terminar sólo hay uno que triunfa. Puede ser que la habilidad del ganador sea mayor que la de sus competidores. Sin embargo, su victoria puede ser el resultado de más autodisciplina, suficiente para aventajar a los demás. Todo cristiano debe ser como un corredor en una carrera muchísimo más importante. Cuando el atleta ístmico llegaba a la pista, sólo pensaba en ganar. Esto es lo que Pablo les decía a los cristianos de la iglesia de Corinto: "Corran para ganar."
Pregunta: ¿Por qué usó Pablo una ilustración tan fuerte como el boxeo para dar énfasis a la autodisciplina?
Los habitantes de la ciudad de Corinto eran conocidos por todo menos por el control de sí mismos, pero para los corredores de los juegos tal disciplina era necesaria. La palabra "lucha" significa intenso esfuerzo. La misma palabra griega se traduce "esforzaos" en Lucas 13:24 donde Jesús les dice a sus seguidores: "Esforzaos a entrar por la puerta angosta." En Juan 18:36 y 1 Timoteo 6:12 se traduce "pelear". Si el atleta corintio sólo se esforzaba a medias, no podía ganar. Tenía que luchar con todas sus fuerzas. "Esforzándose para ser experto" sencillamente significa "competir en los juegos".
Los competidores en los juegos ístmicos entrenaban por muchos meses. Durante ese tiempo, tenían que ejercer un estricto control de la dieta, el sueño y todos los aspectos de la vida diaria. Pasaban cada minuto que estaban despiertos preparándose para el día de la competencia. El atleta se controlaba en todo. El permitirse cualquier placer le podía costar la carrera.
La palabra traducida como "abstinencia" en este pasaje se refiere al rígido control de sí mismo. La palabra significaba tener poder sobre sí mismo. En 1 Corintios 7:9 la palabra se traduce como "continencia" y se refiere al control sexual.
Lo admirable de los atletas que se entrenaban para los juegos ístmicos era que lo único que recibían, si ganaban, era una corona de hojas de laurel. Por supuesto que el ganador la llevaba en la cabeza con orgullo, pero a los pocos días se marchitaba. En contraste, el cristiano ejercita la autodisciplina porque corre en una carrera en la que la corona del premio jamás se marchitará.

B. Mantenga el control
Pablo hace hincapié en la necesidad de pensar siempre en la meta de la carrera. Se comparó a un corredor que sabía por qué estaba en la pista. Pablo estaba seguro de la recompensa por sus esfuerzos. Mantenía la vista puesta en el fin y el premio que recibiría cuando terminara la carrera.
Luego Pablo cambió su ilustración de la carrera a la del boxeo. Los boxeadores ístmicos no usaban guantes acolchonados para disminuir el daño a su contrincante. Se ponían en las manos correas de cuero y los golpes dejaban al contrincante magullado, sangrando y algunas veces muerto.
Pablo se consideraba como un boxeador, pero no como uno que daba puños al aire. En su ilustración no peleaba contra otro atleta. El daba puños constantemente a su propia naturaleza caída: "Golpeo mi cuerpo, y lo pongo en servidumbre" (versículo 27) quiere decir "lo golpeo hasta dejarlo morado". Por supuesto que no hacía eso en realidad. El castigo físico de nada sirve. Pablo decía que trataba duramente los impulsos carnales que lo harían faltar al Señor. Era tan despiadado en la disciplina de su naturaleza caída como los boxeadores en los juegos para vencer a sus contrincantes. Pablo se negaba a ser esclavo de su naturaleza camal. Al contrario, sabía que sus deseos carnales debían someterse a su deseo de agradar al Señor.
Se puede ver otro ejemplo del atleta griego en el versículo 27. Así como un heraldo anunciaba las reglas en los antiguos juegos. Pablo predicaba las reglas de Dios a los perdidos. No se podía imaginar nada más trágico que el explicar estas reglas a los demás, y que luego fueran descalificados porque él mismo no las había guardado. La palabra griega traducida como "eliminado" significa rechazado y a menudo se usaba para referirse a la prueba de los metales. Pablo se pasó la vida enseñando a los demás a recibir la aprobación de Dios. Estaba resuelto a ejercer toda la disciplina necesaria para no faltarle al Señor.
Dios le da a su pueblo el poder de vencer la tentación, pero debe ejercerlo y hacer el esfuerzo por mantener la vida de acuerdo a la voluntad de Dios. Tiene que ser firme al tratar con su naturaleza camal. Nadie puede hacer esto solo. Los cristianos tienen la responsabilidad de permitir que el Espíritu Santo les ayude a controlar su naturaleza caída. Si la autodisciplina exige medidas severas, como el lenguaje de Pablo lo sugiere, deben estar dispuestos a aplicar esas medidas. La carrera no se ha terminado. Los cristianos no pueden permitir que los impulsos pecadores les haga faltar y perder su premio eterno.

II. Aprenda del pasado (1 Corintios 10:1-10)
A. Un pueblo privilegiado
Pablo les escribía a los gentiles, pero en la historia de Israel hay poderosas lecciones espirituales para todo el pueblo de Dios. Dios estaba comprometido con los israelitas por su pacto con Abraham. El les había confiado sus leyes. Sin embargo, eso no les daba privilegios especiales para pecar con impunidad. Cuando el pueblo escogido se apartaba. Dios lo disciplinaba, a veces severamente. Las verdades que podemos aprender del ejemplo de Israel son eternas.
Este pueblo gozaba de increíbles privilegios. Estuvieron bajo "la nube"—símbolo de la constante dirección y protección de Dios. Pasaron por el mar milagrosamente—una experiencia que dejó atrás su cautiverio, libertándolos de la esclavitud. Pablo vio un paralelo entre su sumisión a Moisés, el líder ordenado por Dios, y el bautismo por el Espíritu Santo en el cuerpo de Cristo (1 Corintios 12:13). El cruce del mar Rojo por los israelitas y la guía por la nube, los unió a Moisés por medio del cual Dios ejerció su gobierno del pueblo. La provisión sobrenatural del maná y el agua que brotaba de la roca son símbolos, dijo Pablo, del sostén espiritual que Dios le da a su pueblo. En la roca de la que brotaba agua, el apóstol vio una imagen de Cristo, la Roca de donde brota el agua de vida.
Pregunta: Al igual que los israelitas, ¿dan a veces los cristianos por sentado su lugar ante Dios?

B. El abuso de la libertad
A pesar de esas terribles experiencias, esa generación entera (excepto Josué y Caleb) murió en el desierto después de 40 años de andar errantes. Los israelitas dieron por sentados sus privilegios y abusaron de su libertad, y por eso "no se agradó Dios".
Insatisfechos con todo lo que Dios les había provisto, el pueblo del pacto codició lo que estaba prohibido (versículo 6). Eso los llevó a la idolatría, que tenía que ver con la inmoralidad sexual (versículo 7). La expresión "se levantó a jugar" se refería a la inmoralidad que sin duda incluía los pecados sexuales que se cometieron después que se adoró al becerro de oro (Éxodo 32:1-6). La fornicación de los israelitas y la posterior muerte de miles que se menciona en el versículo 8, se refiere a los pecados incitados por los madianitas más tarde en la peregrinación de Israel (Números 25:1-9).
Tentar al Señor significaba ponerlo a prueba para ver hasta dónde podían llegar sin ser castigados. Eso sucedió en mas de una ocasión (Éxodo 17:2,7; Números 14:22). En Números 21:5,6, la tentación al Señor causó la muerte de mucha gente por medio de las serpientes.
Dios consideró la murmuración contra el liderazgo de Moisés como queja contra Dios mismo. Dios les había dado ese líder (Números 14:1-9). En otra ocasión, la rebelión de Coré, Datan y Abiram les trajo la destrucción a ellos y sus familias (Números 16:28-33).
Pablo aclaró que el pueblo de Dios ha tenido suficiente advertencia en lo tocante a las consecuencias del pecado. El registro de las faltas espirituales de Israel enseña que tenemos que caminar con Cristo. Al señalar la relación especial de los israelitas con Dios como su pueblo escogido en un mundo rebelde. Pablo recuerda a los cristianos de Corinto su puesto entre los paganos de su época. El pueblo escogido hoy en día está constituido por los que aceptamos a Cristo. Hay que vivir de tal manera que otros vean que tenemos esa posición privilegiada.
Las experiencias espirituales mayores no garantizan que un cristiano no pueda caer. Cuanto más luz espiritual recibe una persona, mayor es su responsabilidad y más severas son las consecuencias si peca contra el Señor. Como cristianos, estamos bajo la gracia y por lo tanto gozamos de la libertad de venir a Dios por medio de Jesucristo para poder recibir inmediatamente el perdón de los pecados. Pecar creyendo que "Dios me va a perdonar cuando todo esto haya pasado" es burlarse de esa bendición. Los privilegios del creyente en Cristo tienen el propósito de contribuir a su madurez espiritual. El ser adormecidos por un falso orgullo que da por sentado que uno está en un pedestal muy alto como para recibir la disciplina de Dios, traerá la ruina espiritual.

III. La provisión para la victoria (1 Corintios 10:12,13)
A. Una advertencia
Pregunta: ¿Cuáles advertencias y estímulos se incluyen en 1 Corintios 10:12,13?
Estos dos versículos advierten en contra de los peligros de la tentación y dan el ánimo de que Dios siempre provee una vía de escape para huir de la tentación. El versículo 12 contiene la advertencia. "Así que" se relaciona con lo que Pablo decía sobre las faltas de Israel. En el versículo 11 Pablo dijo que todas esas cosas se escribían para la amonestación de los corintios. Eso también se aplica a los cristianos hoy. Todos debemos recibir esa admonición.
Nada hará al individuo más vulnerable a la tentación que el creer que no puede caer. La negación de Cristo por Pedro es un ejemplo. Pedro había despreciado la advertencia de Jesús cuando dijo que todos los discípulos lo abandonarían cuando fuera arrestado. Pedro declaró que estaría al lado de su Maestro hasta la muerte, pero, a pesar de todo, lo negó tres veces.
Pablo no insinuaba que los cristianos deben estar siempre preocupándose por su salvación. Más bien, ponía énfasis en el peligro de confiar en el propio esfuerzo para salir victoriosos de las tentaciones que han hecho que otros caigan.

B. La fidelidad de Dios
"Sobrevenido" (versículo 13) significa "afianzado", "asegurado". Satanás no es compasivo en sus ataques. Algunas veces sus tentaciones vienen con tanta ferocidad que la persona puede creer que la han asido manos invisibles.
Cuando eso sucede, es fácil imaginarse que nadie más ha pasado por una experiencia parecida. Sin embargo, Pablo dijo que eso no es verdad. Los cristianos sólo experimentan lo que es humano. El pensar de otra manera forma la base de una excusa para rendirse a la tentación ("simplemente no lo pude evitar. Era más de lo que un humano podría soportar").
La clave para la victoria está en las tres palabras "fiel es Dios". Se puede confiar en Dios. El sabe la carga que una persona puede llevar y no permitirá una más pesada. Ha declarado que cualquier tentación que El le permita a la persona se puede vencer en su poder. Dios siempre provee una salida, dijo Pablo. Aunque distintas tentaciones pueden tener distintos medios de escape. Dios le ayuda a su pueblo a encontrar la salida. Fíjese que Dios hace esta provisión "juntamente" con la tentación. Cuando llega el ataque, la salida lo acompaña. Dios no permitirá la tentación sin dar los medios de escape.
Pregunta: ¿Les sugiere la palabra "escape" la idea de huir del problema? ¿Por qué sí o por qué no?
El propósito final de Dios al permitir la tentación no es destruir a su pueblo sino que su pueblo siga fuerte en su camino espiritual. El proporciona los medios para la victoria a los que pueden soportar la tentación sin caer. Su ayuda está garantizada en su Palabra.
El peligro mayor del cristiano en la tentación puede venir después de caminar con el Señor por mucho tiempo y de recibir el bautismo en el Espíritu Santo. El cristiano puede descuidarse y pensar que los días del peligro de caer han pasado. Puede pensar que es perfectamente capaz de permanecer de pie cuando en realidad está para caer. No importa cuánto tiempo el creyente haya conocido al Señor, debe poner su fe constantemente en el Señor, no en sí mismo. Debe recordar que otros cristianos también han tenido las mismas tentaciones y Dios les dio la victoria. ¡El la dará también al que confía en El! La fuerza humana puede fallar pronto. Los cristianos deben fijar su atención en la fidelidad, la fortaleza, la sabiduría y el poder de Dios.
Aplicación
En cuanto a la victoria en la tentación, se deben tener en perspectiva dos verdades, a saber, la responsabilidad personal y la fidelidad de Dios. Los cristianos no deben diculparse con el dicho: "El diablo me obligó a hacerlo." Es cierto que Satanás es el tentador, pero no puede obligar a nadie a entregarse a la tentación. El ha de tener la cooperación del individuo. Todo cristiano tiene la responsabilidad de establecer una sólida relación con Dios que le dé la victoria en los tiempos de prueba.
El cristiano también se debe cuidar de la indiferencia y detener demasiada confianza en sí mismo. El pecado no es un asunto sin importancia. A menudo, las consecuencias del pecado continúan mucho después de haberse cometido el acto.
El creyente también puede depender de la fidelidad de Dios cuando se enfrenta a la tentación. Ninguna tentación es imposible de soportar dice Dios en su Palabra. El siempre indica la "salida" llamando la atención a un pasaje bíblico o por las palabras de ánimo de otro cristiano. Quizá durante la oración el Espíritu Santo venga de una forma especial a dar consuelo y seguridad. Cualquiera que sea el medio que Dios use, ha dado la seguridad de que se puede tener la victoria y no ser víctimas. La tentación no es sino otra fase de la preparación espiritual.